Puerta de Mercadal

Situada en el sur de la villa, al final de la calle Mayor, debe su nombre a que en su explanada exterior se celebraba el mercado semanal. Se encontraba muy cerca de la judería. Presenta en su interior una Inmaculada.
Aunque hoy en día sirven exclusivamente para acceder al interior de la localidad, durante siglos han servido para protección de su vecindario ya que se cerraban al anochecer, al toque de retreta, y se abrían al llegar el alba, controlando de esa manera quien salía y entraba en la villa.

Puerta de Nueva o de Carnicerías

Llamada nueva por ser la última puerta que se abre en la muralla, en el siglo XVI. Está decorada una imagen de la Virgen del Carmen. Comunica con la Plaza Mayor.
Aunque hoy en día sirven exclusivamente para acceder al interior de la localidad, durante siglos han servido para protección de su vecindario ya que se cerraban al anochecer, al toque de retreta, y se abrían al llegar el alba, controlando de esa manera quien salía y entraba en la villa.

Puerta de Santa Engracia

Orientada hacia el nordeste, su nombre se corresponde con la calle con la que se comunica. La imagen de la hornacina que la decora es San Antonio. Aunque hoy en día sirven exclusivamente para acceder al interior de la localidad, durante siglos han servido para protección de su vecindario ya que se cerraban al anochecer, al toque de retreta, y se abrían al llegar el alba, controlando de esa manera quien salía y entraba en la villa.

Puerta de Páganos

Se encuentra en la parte oeste de la muralla. El nombre le viene dado por su orientación hacia el pueblo de Páganos. En su hornacina una imagen de un Cristo Crucificado.  Aunque hoy en día sirven exclusivamente para acceder al interior de la localidad, durante siglos han servido para protección de su vecindario ya que se cerraban al anochecer, al toque de retreta, y se abrían al llegar el alba, controlando de esa manera quien salía y entraba en la villa.

Puerta de San Juan

Junto a la iglesia de San Juan a la que sirve de campanario. Cobija una imagen de San Juan. La puerta data del siglo XIII, aunque es en el siglo XVI cuando se modifica para adaptarla a su función de campanario, añadiendo una espadaña en su interior. Aunque hoy en día sirven exclusivamente para acceder al interior de la localidad, durante siglos han servido para protección de su vecindario ya que se cerraban al anochecer, al toque de retreta, y se abrían al llegar el alba, controlando de esa manera quien salía y entraba en la villa.