Muralla

La villa de Laguardia fue fortificada en el s. XIII, durante el reinado de Sancho VII El Fuerte, construyéndose su muralla con sillares de piedra arenisca y diverso material de relleno en su interior. Cuatro puertas comunicaban la villa con el exterior: Páganos, Mercadal, San Juan y Santa Engracia. La puerta Nueva o de Carnicerías no se abrió hasta el s. XV. Hoy día, y a pesar de los destrozos sufridos en las distintas guerras, conserva su trazado original, con un buen número de torreones, dos de ellos adaptados a la nueva función de campanario.