Semana Santa

El día de Viernes Santo tiene lugar uno de los momentos más emotivos: El Descendimiento. Un Cristo crucificado, del s. XVII con los brazos articulados, preside el altar mayor de la iglesia que tenga los honores. Un cofrade sube hasta la cruz para desclavarlo y otros cofrades lo recogen para introducirlo en el sepulcro que se paseará posteriormente en procesión.